miércoles, 30 de abril de 2008

Primavera que no llega.


Señora Spring, me trae usted de cabeza.
Hace tiempo que la espero impaciente
y no es sólo que crea que me miente
sino que el verme le da hasta pereza.

¿Qué es lo que hay aquí que tanto odia?
¿Por qué ese permanente rostro frío?
¿Para cuándo el final de tanto hastío
que sólo nos conduce a la salmodia?

Me siento Penélope en su odisea,
tejiendo día y noche la esperanza
de verla subir al palco de platea

y explicarle al público su tardanza,
intentando apaciguar la marea
que no entiende esta ausencia de mudanza.


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