sábado, 15 de marzo de 2008

La maldición de Nilfheim (Fin del Segundo Acto)




Cuenta la leyenda nórdica
que un reino de oscuridad
desafiaba a los dioses
con un clima sin piedad.

Los dominios de Nilfheim
se extendían más allá
de las noches más siniestras,
eran tierras de maldad.

Dice la vieja leyenda
que su océano sin sal
bañaba costas heladas
sin el brillo del coral,
que desiertos sus parajes
de la vida elemental
habitaban sus llanuras
la tiniebla y el azar,
y alumbraba la mañana
el rugido de mistral.

Reino de nieve perpetua
condenada a perdurar,
a ser siempre blanca y pura
su sonrisa y su ademán,
sólo da desesperanza
a quien se atreve a caminar
por sus templos silenciosos,
por sus ríos sin caudal.

Gélida alma sin vida,
la mía quieres tomar,
Entablemos, pues, contienda:
no me voy a amedrentar.

He visto ya tus ejércitos:
el hielo es tu capitán,
los vientos son tus soldados,
con su hálito mortal,
y el tambor de tus guerreros
es la aurora boreal.

Sea pues, como tú quieres,
y la furia del Titán
caiga toda sobre mí:
el ataque más brutal
será polvo, sombra y nada
y habrás de capitular,
pues mi espada es poesía
y este verso, tu final.












(P.D: Volveremos en abril con más historias. Hasta entonces, un abrazo a todos.)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

(Aplausos)
Increible!

Anónimo dijo...

��Fin del segundo acto, toma ya!!

Oye, tenemos que hablar de La mala educaci�n...

Besos

Laura Navas M dijo...

Holaaaa.
Como leí esa posdata no dejé ningún comentario, creí que no entrarías por este mundillo hasta que no regresaras a Chicago, y cual fue mi sorpresa que al abrir mi blog encontré tu comentario :).
¿Qué tal? Estoy puesta al día de tu vuelta por eso no te pregunto todo todo jajaja, ya me lo cuentan por ti.
Espero leer algo tuyo pronto, me dejas demasiado tiempo sin nada así no puede ser.
Cuídate Nacho, :) un abrazo muy fuerte.

Laura Navas M dijo...

Hoy vuelves a esas tierras frías, mientras aquí en Madrid el suelo se calienta, los abrigos suspiran en los armarios y cambiamos los guantes por gafas de sol.
No te he visto durante el tiempo que has estado aquí, pero se sabe que estás cerca porque hay personas que sonríen con más alegría que de costumbre.
Echar de menos, una expresión triste pero que recoge un significado maravilloso, el que en un lugar alguien piensa en ti sin verte, sólo imaginándote, o sin llegar a hacerlo, simplemente con visualizar tu nombre, sentir el hueco que dejas, ver todo lo que le recuerda a ti.
Espero que hallas tenido unos días maravillosos y que llegues a Chicago con muchas ganas y mucha alegría para darles un poco de vida (toque spanish) que no les vendrá mal. Disfruta, y empieza a escribir otra vez que se echa mucho en falta.
Un abrazo =)

Anónimo dijo...

genial! estupendo!! increible.

como siempre y como no podia ser de otra manera me has vuelto a asombrar.