lunes, 9 de junio de 2008

Tras el silbido del ostro.


Qué expresa la mirada ya sin vida,
oculta tras el silbido del ostro;
firmeza pétrea en un ajado rostro
que es huella de esperanza envejecida.

Qué no darían esos labios por beber
los aires por otros tales vaciados.
Qué reino no habría abandonado
por sentir el alivio de esa fe

y olvidar que vivió siempre en desvelos,
que no hubo ni una noche alma gemela
que lo guiara en sueños paralelos.

Qué no dará por quebrar su cautela
y proclamar hasta los mismos cielos
ese amor que hará de su piedra esquela.

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