martes, 20 de noviembre de 2007

Inseguridad ciudadana.


Anoche, en el cruce de la calle 63 con South Ellis, un estudiante de post-doctorado de química fue asesinado de un disparo en la nuca a la una y media de la madrugada. Ammadou Cissé, que así se llamaba, era de origen indio y había pasado los cinco últimos años estudiando en la Universidad de Chicago para obtener su licenciatura en química, que logró en junio pasado e iba a recibir de forma oficial el próximo 7 de diciembre.

La noticia no es, por desgracia, nueva o inusual por estos lares. En las últimas semanas se han producido en barrios cercanos a la Universidad secuestros, robos, asesinatos y actos vandálicos de toda clase y condición, desde una estudiante que corría por Park Avenue y desapareció sin dejar rastro, pasando por un niño de diez años que miró mal a otro niño y recibió un tiro a bocajarro del mismo afectado por la mirada, siguiendo con dos jóvenes que fueron desvalijadas a plena luz del día, y terminando con un intento de violación y tantos otros desmanes que culminan, solo en apariencia, con la muerte de Cissé. La inseguridad y el miedo se han apoderado del sur de Chicago.

La respuesta de las siempre eficientes autoridades norteamericanas ante estos sucesos no se ha hecho esperar. Los directores de la Universidad y la I-House, donde Cissé había vivido hasta hace poco y donde yo resido en la actualidad, han enviado mensajes tranquilizadores que anuncian un aumento del 50% de la presencia policial en calles, parques y avenidas. Habrá policía en coches patrulla, a caballo y en bicicleta (deben haberse quedado sin patinetes); han instalado postes de aviso que te permiten, con sólo pulsar un botón, tener al grueso de las fuerzas armadas acordonando toda la zona en menos que canta un gallo. Además de eso se reforzarán las medidas de seguridad, alarmas, cámaras, verjas electrificadas y cepos para osos pardos, por si acaso.

Así me gusta. Reforcémonos ante la llegada de los malvados vampiros de la noche, atrincherémonos y escondámonos todos bien escondidos. Ya nos dicen estos mismos mensajes tranquilizadores que tenemos que huir de paseos nocturnos y solitarios, que si queremos correr lo hagamos en los pasillos y que nademos en la bañera, que la piscina queda lejos y da cosita ir hasta allá. Hay que ir por calles transitadas sólo de día y siempre acompañados, y si alguien nos mira mal podemos decirle a la policía cercana que nos escolte, que lo harán encantados y dispuestos a abatir a todo lo que se mueva a nuestro alrededor.

Eso sí, no nos preocupemos de saber qué tipo de situación desesperada puede llevar a más de un 30% de la población de una ciudad de millones de habitantes a robar, matar, violar, secuestrar o atacar a plena luz del día o de la noche. No nos ocupemos de comprobar qué tienen los guetos marginales que rodean la Universidad contra los niños ricos que les restriegan con sus zapatillas de marca y sus flequillos yeyé que sus hijos no podrán, ni de lejos, soñar con una educación parecida. No destinemos ni un solo dólar en paliar las gigantescas y desproporcionadas diferencias económicas que llevan a estas familias, barrios enteros, a preguntarse qué mierda de mundo es este que permite a una inmensa minoría vivir a costa del sudor de su frente, ese mismo sudor que copa la práctica totalidad del sector servicios, desde camareros hasta barrenderos, pasando por una amplia gama de mendigos y personas sin techo.

Al enemigo ni agua. Permitamos, eso sí, que compren armas automáticas, porque eso hará que algunos se maten entre ellos, por error, y ya de paso justificará nuestra suculenta inversión en más policía y armamento, en más cámaras de seguridad, vallas, verjas y barreras, y en búnkeres anti-nucleares para nuestra clase media trabajadora, que tiene que seguir trabajando con la falsa sensación de que viven en un paraíso de paz y prosperidad.

Porque imagina lo que ocurriría si se dieran cuenta de lo que pasa más allá del búnker. Igual se despiertan, y se dan cuenta de que todo es burla y mentira.

Y entonces a quién le vendo yo el sueño americano.

1 comentario:

... dijo...

Demoledor!
...asi da gusto ;)


Pero cuidate eh? que nos dejas preocupados...
Lo mejor es que te compres un juguete... y como tu eres un tipo con clase que mejor que:

http://www.impactguns.com/store/761226030164.html

es la que llevo yo por Tres Cantos y oye... ningun problema!

;-P