sábado, 29 de septiembre de 2007

Cinefórum (1)




Maggie es una mujer de 32 años con el corazón lleno de sueños frustrados, que arrastra el peso de ser la oveja negra de una familia que jamás ha valorado su talento o generosidad. Su encuentro con Frank, un veteranísimo entrenador de boxeo, le abrirá una última ventana a la esperanza, la posibilidad de alcanzar su sueño de convertirse en profesional y obtener la fama y el éxito que el destino, hasta entonces, le habían negado.

Million Dollar Baby no es, como podría parecer, una película sobre boxeo. No es una película sobre las relaciones paterno-filiales, como la que inmediatamente se establece entre los personajes que interpretan una creíble Hillary Swank y un sobrio Clint Eastwood. No es tampoco un filme sobre la superación personal, sobre la eutanasia o sobre las pequeñas miserias humanas, aunque todos estos temas aparecen en ella.

Si esta es una de las grandes películas de la historia del cine no lo es por su ajustado guión, por su convincente “tempo” narrativo, su fotografía o, especialmente, por su excelente dirección de actores. Million Dollar Baby es grande porque tiene la humildad, la sencillez y la falta de pretensiones que les sobra a la mayoría de las producciones del cine contemporáneo. Es grande porque consigue conectar con las emociones del espectador, y hacer partícipe de los éxitos y fracasos de los personajes como si estuviéramos asistiendo a los de nuestra propia familia.

Es una película que emociona, que atrapa y maneja al espectador sin perder jamás su verdadero objetivo, que no es otro que hacer disfrutar al espectador, y devolverle a la magia de aquellos tiempos en que un cubo de palomitas y una sala oscura eran más que suficientes para tocar el cielo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto no lo ha escrito un alumno tuyo no?? Porque el mu cabrón escribe mejor que yo, aunque bueno, tampoco hace falta esforarse mucho para conseguir eso... Jodido Youtube!!

Un abrazo!

Anónimo dijo...

No, hombre, esto es mío. Es que a veces, entre noticia y noticia chicagüense me gusta hablar de cine, de libros o música.

Abrazos, Josele.

Nacho