
Caen las últimas señales de un otoño atípico, huidizo, esquivo.
Caen con la frente marchita, caen con el rostro bermejo.
Caen de pie, orgullosas, con el rostro aún altivo.
Caen sin saber que el orgullo se lo lleva el viento.
Caen con la frente marchita, caen con el rostro bermejo.
Caen de pie, orgullosas, con el rostro aún altivo.
Caen sin saber que el orgullo se lo lleva el viento.
1 comentario:
A ver, yo juraría que había comentado...
En fin, son preciosas las hojas de los maple trees, ¿verdad?
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