Más allá del ruido y la vida de la ciudad, descansa el aire de invierno
Relajado y tranquilo, ondeado entre suaves ráfagas de viento
Relajado y tranquilo, ondeado entre suaves ráfagas de viento
En ese rincón donde ni las aves alcanzan
Allí donde habita el más absoluto silencio
Donde habita el olvido

Si miras hacia abajo, puedes contemplar una realidad
De diminutas y apasionadas miserias humanas
De diminutas y apasionadas miserias humanas
Pero si vuelve al frente tu mirada, si fijas tu vuelo
Podrás viajar con nosotros entre la niebla y el sueño
Allí donde cualquier cosa es posible
Y aterrizar ya de noche junto a árboles encendidos
Y a enormes bloques de hormigón y acero

Allí donde ya no reina el silencio
Sino el calor de la miseria y la pasión humana
(Vistas desde la Torre Hancock. 24-11-07)
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