Si de este calor que hace de la tarde el pálido eco de tu voz
y alza al cielo la calma del ocaso
y alza al cielo la calma del ocaso

Naciera un trazo similar al de aquel loco de pelo rojo

Podría yo entonces imitar al agua bajo tu imagen,
y tratar de reflejar en mi lienzo
tu rara belleza
y tratar de reflejar en mi lienzo
tu rara belleza
Y en el fracaso del pincel invocaría el poder de la roca,
imploraría el abrazo del frío mármol
y de la noche del desierto
imploraría el abrazo del frío mármol
y de la noche del desierto
Invocaría a cuantos dioses conozco,
haciéndoles surgir del abismo insondable del recuerdo
y de las aguas del olvido cierto
haciéndoles surgir del abismo insondable del recuerdo
y de las aguas del olvido cierto
Todo sería poco para intentar atraparte
para escapar así de una soledad de hielo yerto
para escapar así de una soledad de hielo yerto
Porque estar a tu lado y ver la vida pasar es todo cuanto quiero
todo a cuanto aspiro
todo cuanto sueño
todo a cuanto aspiro
todo cuanto sueño
(Visita al Art Institute of Chicago, 6-1-2008)
1 comentario:
¿Cómo he de sentirme cuando un escritor de pluma se para y me dice que "bien escribes" y me quedo quieta, temblando, con mi lapiz de carbón en la mano?
Si te digo que me ha dado un escalofrío y he sonreído, créeme, es cierto.
Gracias por lo que me has dicho, significa mucho para mí. Aprovecho la oportunidad para decirte que tu prosa es increible y que consigues lo que pocos pueden, hacer de las palabras un arte. Supongo que te lo habrán dicho muchas personas, porque no es difícil verlo y me siento muy muy afortunada sabiendo que te gusta lo que escribo.
Todavía me queda mucho por aprender y te animo a ti a que nunca dejes de escribir, que tienes un don, algo que está entre pulmón y pulmón, no lo pierdas.
Tú si que eres un maestro en ésto.
Espero que tu estancia en Chicago vaya muy bien y ya sabes, como dice un anuncio, creo que es del AVE, no recuerdo bien:
"No importa la distancia sino el tiempo que tardes en recorrerla"
De aquí a dónde estás tú hay unas cuántas horas en avión, pero de tu pluma a mis ojos y tus ojos a mi trocito de carbón, sólo hay centímetros.
Un beso enorme. Laura
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